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Pubalgia y fisioterapia

Aunque la pubalgia está directamente relacionada con el mundo del deporte, no es una patología exclusiva de los deportistas y, de hecho, es bastante común en las mujeres durante el embarazo.

La pubalgia es una patología que se manifiesta con dolor en el pubis y, de forma genérica, engloba a una serie de lesiones que afecta a la musculatura de la región inguinal.

Comúnmente conocida como lesión de deportistas, mayormente en futbolistas, su dolencia puede afectarnos en movimientos tan cotidianos como cruzar las piernas o, sencillamente, caminar.

En esta entrada te explicamos cómo se produce, cómo se manifiesta en el cuerpo y su tratamiento, centrándonos en el aspecto fisioterapéutico.



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Fisiología de la pubalgia: el pubis y sus músculos

Para comprender mejor la pubalgia, habría que explicar que el pubis es un hueso que cumple dos importantes funciones: una de tipo mecánico, que permite la realización de movimientos equilibrados y otra función que sirve de contención y protección de los órganos del abdomen y la pelvis.

En la región púbica concurren el grupo aductor de la pierna cuya función permite mover  la pierna al centro del cuerpo y el grupo de músculos abdominales, cuya función permite la flexión del tronco y, al mismo tiempo, sirven de contención de los órganos alojados en esta zona.

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Tipos de pubalgias

La pubalgia podemos clasificarla de la siguiente manera: 

  • Aguda. Es consecuencia de un movimiento violento o una caída y va a provocar un alargamiento de los ligamentos del pubis o una rotura del mismo pubis. Asimismo, mantener los aductores a excesiva presión también provoca desgaste de los ligamentos y de las inserciones musculares del pubis.
  • Crónica. Cuando sometemos de forma reiterativa y con excesiva tensión a los grupos musculares de esta zona inguinal, debilitando con ello la cohesión existente entre hueso. músculos y tendones. Según el lugar donde se origina, hablamos de:
    • Pubalgia alta: cuando la patología afecta a la zona  parietal-abdominal (rectos anteriores).
    • Pubalgia baja: cuando la tendinitis tiene su origen en los aductores
    • Mixta: Cuando la patología afecta a los dos grupos musculares.

Pronóstico de la enfermedad/Diagnóstico

Es importante tratar la pubalgia desde el primer momento; en caso contrario, los dolores se manifiestan incluso en posición de reposo y se alargaría su curación en el tiempo. Por ello, el diagnóstico debe realizarse ante las primeras molestias y aparición de síntomas.

El proceso sería:

  • Análisis de la historia clínica (Valoración y evaluación
  • Ecografía, para conocer su localización y el estado de inflamación. 
  • Radiografía, para conocer las características de los abultamientos óseos y su repercusión en la musculatura abdominal o aductora.
  • Resonancia, para detectar, además de la inflamación, la presencia de posibles edemas óseos.

Síntomas de la pubalgia

La sintomatología de la pubalgia es variable

Si hablamos de la pubalgia traumática o aguda, sus síntomas son más significativos.

El mayor problema es detectar los síntomas por pubalgia crónica, ya que suele iniciarse de manera indolora. Es un problema en los deportistas ya que las molestias la relacionan con problemas musculares y no con la propia pubalgia, lo que hace empeorar el cuadro patológico.

En resumen, los síntomas son:

  • Para pubalgia aguda:
    • Dolor en la parte baja del abdomen y en la zona inguinal.
      • Suele aparecer tras un entrenamiento o al finalizar el mismo.
    • Incremento del dolor con irradiación a los músculos.
      • El dolor aparece mientras se desarrolla la actividad física
    • Dolor constante, incluso en reposo.
      • Imposibilidad del ejercicio físico.
  • Para pubalgia crónica. El dolor dependerá de la zona donde se origina:
    • Dolor en los músculos rectos abdominales (pubalgia alta).
    • Dolor en rodillas y aductores (pubalgia baja).
    • Si la pubalgia es mixta, el dolor afecta a ambos grupos musculares. 

Las causas de la pubalgia

  • Agentes propios o internos, según las singularidades anatómicas de cada individuo.
    • Por inestabilidad postural: espondilolisis, inclinación pélvica, hiperlordosis lumbar, trastornos diferenciales en extremidades inferiores…
    • Por disfunción articular: displasia de cadera, restricciones de movilidad dorso lumbar, lumbosacra… 
    • Por desequilibrio muscular: defectos de la pared abdominal (hipotonía), arqueos lumbares, deslizamientos de aductores…
  • Agentes externos:
    • Equipamiento deficiente de calzado
    • Entrenamientos no planificados
    • Sobrecargas por sobreentrenamientos o sobreesfuerzos
    • Calentamientos deficientes
    • Aplicación incorrecta de las técnicas 
    • Uso de anabolizantes
    • Superficies duras o en mal estado
    • Microtraumatismos no tratados
    • Desorden nutricional
    • Falta de hidratación

Pubalgia: su prevención

Desde Wellblein, tu clínica de fisioterapia en Madrid, siempre insistimos en que el mejor tratamiento es la prevención. Asimismo, en todas nuestras entradas, hablamos de la importancia de un buen calentamiento antes de la actividad deportiva, de los posteriores estiramientos y de respetar los tiempos de descanso. Todo ello hará que disminuyan los riesgos de padecer pubalgia.

En este caso, los estiramientos de  aductores e isquiotibiales adquieren un papel fundamental para el equilibrio muscular.

En el apartado anterior hemos visto los agentes externos que pueden provocar una pubalgia; la solución preventiva, en este caso, es fácil: evitarlos y actuar responsablemente.

Otro aspecto preventivo consiste en la realización de ejercicios dirigidos a fortalecer y tonificar esta zona del cuerpo, procurando una óptima elongación muscular.  

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Tratamiento fisioterapéutico para la pubalgia

En Wellblein, tu clínica de fisioterapia en Madrid, otorgamos bastante importancia al diagnóstico. De él dependerá que el tratamiento y las técnicas utilizadas sean eficaces en la recuperación del paciente.

Nuestra propuesta de tratamiento consiste:

  • Un período de relativo reposo con suspensión temporal de la actividad física al ritmo acostumbrado; es decir, ejercicios ajustados a una intensidad baja, ya que se desaconseja el reposo total. Con las sesiones de fisioterapia vamos a disminuir tanto la inflamación como el dolor; con independencia que, bajo prescripción médica, el paciente tome antiinflamatorios.
  • A medida que el paciente mejora, se establece un plan de rehabilitación de fisioterapia que incluya ejercicios definidos de calentamiento a fin de evitar que la pubalgia se haga crónica.
  • Asimismo se planifica el trabajo de fisioterapia en dos vertientes:
    • Masoterapia. A través del trabajo manual, estabilizar los grupos musculares y recuperar la movilidad articular con diferentes técnicas de fisioterapia, como la fricción, compresión, amasamiento, vibración, punciones secas y vendajes neuromusculares.
    • Plan progresivo de ejercicios para restituir la movilidad pélvica:
      • Ejercicios isométricos para  aductores, oblicuos y rectos del abdomen.
      • Ejercicios de potenciación muscular en aductores, abductores y abdominales, así como cuidados estabilizadores para la cadera.
      • Recuperación progresiva en la aplicación de técnicas.
      • Ejercicios de core para el fortalecimiento lumbo-pélvico
      • Ejercicios de propiocepción y control postural
      • Estiramientos de la musculatura abdominal e isquiotibial para corregir anteversiones y retroversiones pélvicas. 
      • Estiramientos para la movilidad articular.
      • Sesiones de bicicleta (en ausencia de dolor)
      • Ejercicios de desplazamientos y escalas de velocidad
      • Análisis de la pisada y correcciones para evitar desequilibrios musculares

Por último, en cuanto a los plazos de recuperación va a depender del grado de la pubalgia sufrida. Si se trata de una patología leve, el plazo de recuperación suele ser de un mes aproximadamente pero puede llegar a cronificarse durante meses. 

En Wellblein, tu clínica de fisioterapia en Madrid, poseemos amplia experiencia en tratamientos específicos de rehabilitación fisioterapéutica en patologías como la pubalgia. Si crees que puedes padecer pubalgia u otra dolencia, no dudes en contactar con nosotros. 

Igualmente, si estás embarazada y sufres pubalgia te propondremos un plan específico que disminuya los dolores y estaremos a tu lado hasta que des a luz.

¡Ya conoces los síntomas de la pubalgia: cuídate y no esperes!

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