Definiremos dorsalgia como la aparición de dolor en la columna dorsal. Ésta se sitúa en la parte posterior de la espalda formando una pequeña cifosis.
A la poca movilidad de este área dorsal se le suma la estructura de la caja torácica, haciendo que adquiera una mayor rigidez. Por ello, como veremos más adelante, la aparición del dolor dorsal (dorsalgia) se debe mayormente a factores posturales, ya sea por posiciones mantenidas en el tiempo o por movimientos forzados.
Ante esto, los músculos se contracturan produciendo los espasmos musculares que producen el dolor.
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Síntomas de la dorsalgia
Los síntomas suelen manifestarse en la zona media alta de la espalda, apareciendo dolor interescapular que puede irradiar hacia la zona costal y cuello.
Podemos resumirlos en los siguientes:
- Espasmos musculares por la contracción de un músculo o grupo de músculos.
- Dolor agudo que puede aparecer en uno o ambos lados de la zona dorsal, que se intensifica ante ciertas posturas. En la zona alta el dolor parece concentrarse en los omóplatos.
- El dolor también puede producirse no sólo en movimientos que exijan la zona dorsal sino también en reposo o al respirar.
- La sensación de cansancio generalizado ante cualquier actividad, que empeora por la noche.
- Es frecuente, también, la aparición de hormigueo en la zona media de la espalda.
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¿Qué puede causar la dorsalgia?
Aunque ya hemos avanzado que los factores posturales y los movimientos forzados suelen ser las principales causas de la dorsalgia, enumeramos otras razones que también pueden provocarla:
- Factores posturales. Pueden aparecer contracturas si mantenemos una misma postura durante un tiempo prolongado. Ya sea sentado o de pie por exigencias laborales.
- Movimientos forzados involuntarios. Desde realizar un simple giro con el cuerpo de forma indebida, hasta padecer una crisis de tos. El esfuerzo de repetición al toser puede ejercer presión sobre los músculos y generar una dorsalgia.
- Alteraciones en la columna vertebral. Las personas que padecen ciertas deformaciones en la columna son más propensas a sufrir episodios de dorsalgia:
- Escoliosis: por la desviación lateral no natural de la columna.
- Cifosis: por el arqueamiento excesivo en la zona dorsal
- Hernias discales. Por la generación de espolones óseos que producen rozamientos en los huesos vertebrales como consecuencia del desgaste de los discos vertebrales.
- Disfunción en las uniones de las vértebras con las costillas. Esta deformidad es la que produce dolor cuando respiramos.
- Fractura vertebral por traumatismo.
- Enfermedades autoinmunes que generan inflamación y rigidez en las articulaciones, afectando a la columna vertebral:
- Artritis reumatoide
- Espondilitis anquilosante
- Puntos gatillos que, bien centralizan el dolor en una zona determinada, o lo irradian hacia otras.
- Aspectos psicológicos y emocionales.
- Ansiedad y estrés. La inestabilidad emocional produce tensión muscular y alteraciones en el sistema nervioso.
Tipos de dorsalgias
Existen varias clasificaciones de la dorsalgia, según la duración en el tiempo y tipo de dolor, la localización o las causas.
Desde Wellblein, tu clínica de fisioterapia en Madrid, proponemos la siguiente clasificación:
- Mecánica: Aquéllas donde el dolor aumenta con la actividad y disminuye al cesar ésta. Si la persona que sufre dorsalgia está obligada a realizar actividades, la dorsalgia puede convertirse en crónica.
- Por contracturas dorsales. Por contracción de fibras musculares cuya relajación exige un reposo activo.
- Por anomalías articulares. Normalmente causadas por un movimiento indebido que obstaculiza la articulación vertebral, generando un espasmo muscular que produce dolor ante el movimiento.
- Estática: relacionadas con deformaciones de la columna, bien por un continuado y deficiente control postural o por genética:
- Escoliosis
- Cifosis e hipercifosis.
- Flexible: Es el caso del conocido “dorso plano”, que supone insuficiencia en los ligamentos y músculos por nula o pequeña curvatura.
- Rígida: Relacionada con personas mayores por inmovilidad y, generalmente, con cuadro de artrosis.
- Inflamatoria: es característica de personas con enfermedades autoinmunes y, al contrario de la dorsalgia mecánica, la aparición del dolor es más intensa en los períodos de inactividad, aliviándose con el movimiento. También puede convertirse en crónica.
- Emocionales: las que no tienen ningún origen físico. La columna dorsal es una zona bastante susceptible a influencias emocionales. La tensión muscular y la descoordinación en los reflejos causados por la ansiedad y el estrés facilitan la aparición de la dorsalgia.
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Tratamientos para el dolor dorsal
La dorsalgia exige un planteamiento de consulta multidisciplinar. Una vez diagnosticada a nivel clínico o a nivel fisioterapéutico se aplicarán, en su caso, los remedios farmacéuticos y las técnicas de recuperación de la lesión.
- Tratamiento de fisioterapia. Se centra, en primer lugar, en aliviar el dolor, seguido de ejercicios planificados para trabajar el área que la originó.
El campo de trabajo del fisioterapeuta con respecto a la dorsalgia será, fundamentalmente, aquéllas cuyo origen sea muscular o articular.
Tras una exploración previa para comprobar el estado de la espalda en general, el fisioterapeuta comprobará el rango de movilidad de la columna vertebral, así como las estructuras óseas y musculares.
Con este examen físico será fundamental, después, crear buenos hábitos posturales mediante el ejercicio dirigido y pautado acorde con la capacidad y situación de cada persona.
Nuestro equipo de fisioterapeutas aplicará las técnicas que cada caso requiera:
- Masoterapia:
- Masajes descontracturantes.
- Manipulación vertebral para bloqueos articulares.
- Trabajo miofascial para abordar todo tipo de problemas musculares, desequilibrios del sistema nervioso y otras dolencias musculares de origen visceral.
- Punción seca para puntos gatillo.
- Ejercicios de estiramiento muscular.
- Indicaciones y ejercicios sobre control postural.
- Aplicación de calor para provocar una relajación muscular.
- Otros tratamientos:
- Tratamiento médico.
- Tratamiento psicológico, para los casos de cuadros de estrés y ansiedad prolongados.
Ejercicios para el dolor de la columna dorsal
Aquí te ofrecemos un breve vídeo con algunos ejercicios sencillos pero prácticos para aliviar el dolor de la columna dorsal.
Pincha en el siguiente enlace para reproducir el vídeo: https://youtu.be/BxGIEJvJGbY
Desde Wellblein, tu clínica deportiva y de fisioterapia en Madrid, te ofrecemos los siguientes consejos para prevenir el dolor dorsal:
- Evita realizar de forma indebida sobreesfuerzos, como por ejemplo el levantamiento de objetos desde el suelo. Recuerda: la carga debe caer en las rodillas, no en la espalda.
- Mantén siempre una correcta postura, tanto sentado como de pie; sobre todo cuando se trate de períodos prolongados.
- Si realizas cualquier actividad física, no olvides calentamiento y estiramientos previos y posteriores al ejercicio.
- Utiliza el calzado adecuado en cada momento.
Si tienes alguna duda sobre éste o cualquier otro tema, contacta con nosotros o visítanos. Estaremos encantados de atenderte.
¡Cuida de ti, cuida de tu columna!
